Hace casi 35 años, planificando un enfoque para la nueva medicina familiar como puerta de entrada al sistema de salud, nació la idea de la Medicina Prepagada, un modelo totalmente desconocido para finales de los 80 y principios de la década de los 90 en Venezuela. 

Entonces desde el sector privado de impulsaban innovaciones que favorecieran la atención primaria y especializada sin demoras y, pese a que el sector público lo plasmaba en su misión y visión, el alcance deseado no se lograba. 

Para ese entonces, año 1989 solo se conocían los tradicionales planes de Hospitalización-Cirugía y Maternidad (HCM).

Las empresas de seguros médicos utilizan los mismos más como atención médica de contingencia que como cuidados preventivos. 

Aquello distaban mucho del enfoque preventivo.

Cómo médico y estudioso de políticas sanitarias configuré un equipo para planificar los pasos correctos en la creación de un servicio médico basado en las premisas de la prevención como método para evitar estadios más complejos en los pacientes.

Era claro el diagnóstico, había un gran vacío en las políticas sanitarias de Venezuela y ese espacio tenía que ser atendido, con calidad, de manera oportuna y accesibilidad.